Luego de un largo tiempo de “jugar” a hacer cerveza en casa nos decidimos a armar un lugar para permitir que este hobby crezca.  Conseguimos un lugarcito en el barrio de Agronomía donde empezamos a armar un equipo más grande y con planes de crecer.  Todo a pulmón, en el tiempo que teníamos libre.  Y arrancó nomas… Empezamos a vender las primeras botellas, creamos el Club de la Cerveza repartiendo una vez por mes cajones de 12 botellas de estilos variados y a pedido, y manejamos los primeros clientes.  También tuvimos que capacitarnos, algo que al día de hoy no se detuvo.  Cursos, charlas, talleres, libros y videos…. había mucho que aprender y sigue habiendo!  Durante esta etapa estábamos solos (o casi).  Teníamos que golpear puertas, explicar lo que era la cerveza artesanal y como juzgarla y disfrutarla, convencer a clientes a salir de lo típico…  Costó y fue una lucha pero paso a paso la rueda arrancó.